Nuestra ciudad, avance caóticamente hacia la “modernidad”, pero sin sentar valores morales ni crear conciencia a los nuevos ciudadanos, muchos valores se han perdidos, por lo que aparentemente en unos 10 años más, Lima será como mono montado en un Lamborghini.
Antes, cuando estabas en el Bus y subía una mujer o un anciano(a) los caballeros automáticamente se ponían de pie y cedían el asiento, ahora nadie quiere ceder el asiento ni si quiera el reservado, los pasajeros se hacen los “dormidos” ó los “sordos”.
Otra punto es que muchos suben al bus o combi comiendo algo o compran algo por el camino, como una gaseosa o un paquete de galletas, y luego al terminar abren la ventana y tiran el embase a la pista.
Pero no solo va del lado del de “a pie” ó ciudadano común también nuestras autoridades hacen lo suyo por su parte, desde los congresistas que ocultan la información de sus gastos y se encubren entre ellos bajo el lema de “Hoy por ti y mañana por mí” ó el clásico “Otorongo no come otorongo”. Hasta los policías que se prestan para las coimas y permiten que la inseguridad impere en nuestras calles.
Recuerdo que en el libro de “La Tía Julia y el Escribidor” entre sus diferentes relatos cuenta de un policía que hacia su ronda por la noches en las calles del callao. Y por que no se continúa con estos métodos, policías rondando las calles, es cierto que Lima ha crecido pero también es cierto que el cuerpo de policías también.
Si bien es cierto estamos atravesando una crisis economía mundial, y se están fomentando muchos proyectos para reactivar la economía nacional, pero y que se esta haciendo por inculcar nuevamente estos valores perdidos, por crear conciencia ciudadana o talvez esas cosas no importan si no solo cuanto crece nuestra economía y por consiguiente cuanto ensancha mi cuenta bancaria.
Vivimos en una informalidad única lo cual nos marca indefectiblemente como país sub-desarrollado y tal como van las cosas, por la falta de interés y decisión política el futuro no pinta nada bien.
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