En mi mente plagada de obsesiones
No existe el bien o el mal
Solo los demonios que me aniquilan
Asesinos de mi integridad.
En mi cuarto escuche un perro ladrar
A lo lejos dentro de un saco
El difunto que tu miras pronto será historia
Y tu voz me invita a viajar en la gloria
El frío nos invade, el calor se disipa
Mientras los pecados se disuelven
En un mate de coca muy cargado
Lo bebo rápido y de nuevo te estoy mirando
Evaluare cada palabra y cada gesto tuyo
No debe ser nada nuevo viéndote actuar
Pues ya me se de memoria cada mirada y cada palabra
Hasta tus huellas las he devorado
Anhelando que seas mía
Ser transparente, normal, salvaje o mordaz
El silencio me atormenta, las llamas cesaron el calor bajo
El ruido termino y la oscuridad volvió
Envolviéndome acogiéndome cada vez
Ahora soy solo uno con ella
Los demonios me aguardan, los pecados me preceden
Ese gato que me mira, en las tinieblas de mi cuarto
Se alimenta de mi huesos, cada vez con mas enojo
Hasta flotar en esa cama, ahora es blanca, suave y pura
Libre de impurezas queda sola en tristeza
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